lunes, 12 de septiembre de 2016

TRUCHIENAS




No es fácil ser trucha!!!!
La gran mayoría viven en agua dulce y fría de los ríos, rodeadas de peligrosas amistades: señora nutria, pequeño martín pescador... don humano, otros tantos y otros muchos.
Otras sin embargo, deciden que el transcurrir de sus días se desarrolle en el océano, y peor me lo pones, ya que alguna razón habrá para que, llegado el momento, regresen a las aguas dulces a cumplir con sus ovíparos partos.
Poco más que decir en relación a las dificultades de vivir en un mundo acuático, así sea dulce, salado o amargo, y... honestamente, no veo necesario divagar sobre los devenires y tangos de la vida en suelo terrestre.
Bien, pues el epicentro de este relato se encuentra en la acuática-terrenal y casi desconocida especie "fémina cuyas extremidades inferiores no son más que una aleta caucal de trucha". Sí !!! Es correcto!!!!!! Habéis leído bien!!!! "Cola-trucha"
Todos hemos oído hablar de las aladas y hermosas "sirenas" y de su canto dulce, melodioso y muchas veces peligroso. Pues menos populares, pero no por ello menos interesantes son las "truchienas".
En fin... Dulces truchienas, resbaladizas; "pescado azul" las denominan... el color de la confianza y la simpatía, que dista mucho del "rosa" de las sirenas. Azul de fidelidad, de lo eterno, y por supuesto, de la fantasía... 
Pues así, sin más, como cualquier vecino, nuestras ya queridas "truchienas" dejan transcurrir su existencia por los fluvios terrenales, eso sí, con canto dulce y tranquilo, envuelto en travesura.  Deslizándose  por avenidas, paseos, rondas y veredas; empujadas por su escurridiza y fulgente piel.
Y así, resbalan y se nos resbalan... 
Y así siguen su rumbo perdido hacia el sinuoso río o el celeste mar.
 A veces su rumbera dirección es rectilínea, incluso perpendicular. 
A veces coordinan su loco ajetreo y otras zigzaguean sin parar.
A veces su ansioso coleteo gira y a veces no les permite frenar, y a veces...  las muy muy vanidosas consiguen volar...




0 comentarios:

Publicar un comentario